Pablo Alborán
Quimera (feat Ricky Martin)
Te pasaron tantas cosas
antes de querer parar, parar, parar.
Te perdiste en otras vidas y al final,
le encontraste sin buscar,
todo por casualidad.
Hoy aceptas tu pasado,
porqué él te enseñó a amar, amar, amar.
Tu mejor futuro de su mano va,
él te escucha sin juzgar, hay mil historias que vivir y contar.
Tú que sabías lo que era
vivir entre las tinieblas,
pudiste ver a tiempo
el humo que daba la hoguera.
Tú entendías su quimera,
y él intentaba ser el hombre
que todo el mundo quisiera.
Te pasaron tantas cosas
que nadie vio jamás, jamás, jamás.
Él comparte su destino sin dudar,
ahora es más fácil respirar,
cada vez un poco más.
Y si van cerrando las heridas,
auqneu a veces es con sal, sal, sal.
Pesa más el porvenir,
tanto amor no hay Dios que lo pueda dividir.
Tú que sabías lo que era
vivir entre las tinieblas,
pudiste ver a tiempo
el humo que daba la hoguera.
Tú entendías su quimera,
y él intentaba ser el hombre
que todo el mundo quisiera.
Hoy no existe ya la duda,
y es que las manos
se han cansado de ser mudas.
Él es tanto para ti,
que de ilusión ya no se puede vivir
si ahora tienes que huis otra vez,
y por el mismo camino de ayer.
antes de querer parar, parar, parar.
Te perdiste en otras vidas y al final,
le encontraste sin buscar,
todo por casualidad.
Hoy aceptas tu pasado,
porqué él te enseñó a amar, amar, amar.
Tu mejor futuro de su mano va,
él te escucha sin juzgar, hay mil historias que vivir y contar.
Tú que sabías lo que era
vivir entre las tinieblas,
pudiste ver a tiempo
el humo que daba la hoguera.
Tú entendías su quimera,
y él intentaba ser el hombre
que todo el mundo quisiera.
Te pasaron tantas cosas
que nadie vio jamás, jamás, jamás.
Él comparte su destino sin dudar,
ahora es más fácil respirar,
cada vez un poco más.
Y si van cerrando las heridas,
auqneu a veces es con sal, sal, sal.
Pesa más el porvenir,
tanto amor no hay Dios que lo pueda dividir.
Tú que sabías lo que era
vivir entre las tinieblas,
pudiste ver a tiempo
el humo que daba la hoguera.
Tú entendías su quimera,
y él intentaba ser el hombre
que todo el mundo quisiera.
Hoy no existe ya la duda,
y es que las manos
se han cansado de ser mudas.
Él es tanto para ti,
que de ilusión ya no se puede vivir
si ahora tienes que huis otra vez,
y por el mismo camino de ayer.