Doxa
Hasta tus pies
Jamás se entendieron, se olieron
Y echaste a correr
Por verdes praderas, con enredaderas,
Y ruina al saber que en tu cielo, jamás entraré.
Cuando afilare mis puñales,
Pues desgarrare mi voz,
Como aquel niño en puñales
En los brazos de algún dios.
Yo no soy el que se pega a la pared,
Pero te cuento un secreto.
Que yo soy el que se arrastra hasta tus pies
Cuando me miras de lejos.
Manolo Chinato:
“Esta tarde me he sentado junto al rio
Para imaginar tu suspiro junto al agua,
Y el ondear de la corriente saltimbanqui
Se llevó rio abajo un montón de suspiros solo míos.
Seguí caminando por la orilla enamorado
Hasta llegar al puente romano de hiedras y granito,
Y en la quietud de mansedumbre, en el agua clara y fría,
Vi tu imagen reflejarse, y te creí casi mía,
Me tiré vestido al agua a abrazarte y a quererte,
Y la imagen de mi sueño enamorado y valiente
Se rompió en mil pedazos como gotas de rocio.
Y yo quede solo en el rio, enamorado, empapado, y pensando”.
Querer esconderme en tu pelo buscando un consejo,
Es como dejarse el pellejo intentando escapar,
Por verdes praderas, con enredaderas
Y ruina al saber que mis huesos jamás calarás.
Y yo soy aquel gusano de la manzana de Adán.
La ventera de un bocado que una vez te quise dar.
Yo no soy el que se pega a la pared,
Pero te cuento un secreto.
Que yo soy el que se arrastra hasta tus pies
Cuando me miras de lejos.
Y echaste a correr
Por verdes praderas, con enredaderas,
Y ruina al saber que en tu cielo, jamás entraré.
Cuando afilare mis puñales,
Pues desgarrare mi voz,
Como aquel niño en puñales
En los brazos de algún dios.
Yo no soy el que se pega a la pared,
Pero te cuento un secreto.
Que yo soy el que se arrastra hasta tus pies
Cuando me miras de lejos.
Manolo Chinato:
“Esta tarde me he sentado junto al rio
Para imaginar tu suspiro junto al agua,
Y el ondear de la corriente saltimbanqui
Se llevó rio abajo un montón de suspiros solo míos.
Seguí caminando por la orilla enamorado
Hasta llegar al puente romano de hiedras y granito,
Y en la quietud de mansedumbre, en el agua clara y fría,
Vi tu imagen reflejarse, y te creí casi mía,
Me tiré vestido al agua a abrazarte y a quererte,
Y la imagen de mi sueño enamorado y valiente
Se rompió en mil pedazos como gotas de rocio.
Y yo quede solo en el rio, enamorado, empapado, y pensando”.
Querer esconderme en tu pelo buscando un consejo,
Es como dejarse el pellejo intentando escapar,
Por verdes praderas, con enredaderas
Y ruina al saber que mis huesos jamás calarás.
Y yo soy aquel gusano de la manzana de Adán.
La ventera de un bocado que una vez te quise dar.
Yo no soy el que se pega a la pared,
Pero te cuento un secreto.
Que yo soy el que se arrastra hasta tus pies
Cuando me miras de lejos.